Epicuro nació en el 341
antes de Cristo en la isla de Samos, de un padre maestro de escuela y de una
madre hechicera y adivina. Desde el año 306 a.C. hasta su muerte, en el 207
a.C., vivió en Atenas, donde fundó una escuela en un bello jardín que había
comprado por 80 minas y que cultivaba él mismo. Sus cursos consistían en
amigables conversaciones a la sombra de los árboles frutales. Sus discípulos
admiraban en él no solamente su saber, sino también su gentileza y su frugalidad.
Dos siglos después, el poeta latino Lucrecio, que veneraba a Epicuro como a un
dios, expuso la doctrina de la escuela llamada “del jardín” en los seis cantos
de su poema De la naturaleza de las cosas. De la obra inmersa de Epicuro mismo
no quedan más que algunas Máximas y tres cartas (a Heredoto, a Pitocles, a
Meneceo) que nos han sido transmitidas por Diógenes Laercio.
El tema del texto está
basado en las ideas del epicureísmo y como alcanzar la felicidad por medio de
la imperturbabilidad, ataraxia y apatía. Epicúreo escribe que los dioses no se inmiscuyen
apenas en nuestra vida. En el siguiente párrafo comenta sobre la muerte,
diciendo que no es nada negativo, llega cuando nosotros ya no somos. Luego
habla sobre el futuro, alegando que no lo podemos controlar por mucho que
queramos, es el Destino. Hace una breve separación entre los deseos en
naturales y vanos. Epicúreo se aferra a la ataraxia, ausencia de dolor,
comentando la necesidad de placer debido a su ausencia, pero cuando se sufre ya
no hay necesidad de ese placer. Muchas veces se rechaza muchos placeres debido
a la mayor incomodidad que se sufriría posteriormente. La mayor virtud es la
prudencia. Epicúreo incluso la engrandece más que a la propia filosofía, añade
que no se puede tener una vida placentera sin vivir de forma prudente.
Por último, Epicúreo
termina comentando la importancia del orden. La carencia de orden no puede
trabajar la divinidad. Epicúreo desarrolla su tesis, “no sufrir en el cuerpo ni
ser perturbados en el alma” argumentando que, de la prudencia, del orden, de la
ataraxia…se consigue una vida realmente placentera.
muchisisimas gracias...... ME HAS DADO LA VIDA ...UN FUERTE ABRAZO...TE TENDRÉ SIEMPRE EN MIS PENSAMIENTOS... MILLONES DE GRACIAS...
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