lunes, 13 de marzo de 2017

Comentario filosófico

Este texto pertenece al escritor y ensayista español Javier Gomá Lanzón, también director de la Fundación Juan March.
Javier Gomá comienza escribiendo sobre la importancia cultural que posee la filosofía, pues está mucho más extendida entre nosotros, el pueblo, sin conocimientos filosóficos, como creíamos. Desarrolla la idea de que todo lo que percibimos a través de nuestro tacto, nuestras sensaciones…ya viene contaminado por nuestro vocabulario. Cada palabra que damos a una de esas percepciones difumina su sentido original al no significar lo mismo en nuestra época actual que, por ejemplo, en el antiguo Imperio Romano. A pesar de ello, no queda otra opción que aceptar esa condición y vivir con ella. Todo ser humano tiene la gran capacidad de hacer una interpretación, filosóficamente equiparable a la de cualquier filósofo, de las sensaciones. Sólo dejando ese término “humano” seremos capaces de deshacernos de esa condición de filósofos. Siempre hay una distinción entre todas las interpretaciones filosóficas de las sensaciones; unas son más rudas, otras más elegantes…Aunque filosofar sobre percepciones y sensaciones esté al alcance del más garrulo, este “poder” sólo es accesible para unos pocos privilegiados a lo largo de las épocas. Para disponer de esta superioridad filosófica es necesaria una visión del mundo y una misión con el objetivo de agrupar todos esos conceptos capturados a través de la visión mundial en una estructura/sistema. La filosofía tiene el cometido de ocuparse de toda la realidad haciendo una distinción entre un aspecto metafísico y pragmático. En el apartado metafísico, se encargar del lado inteligible del mundo y a las personas o seres que la organizan. Por otro lado, en el apartado pragmático, su función es la de proponer un ideal prescriptivo, en el que comenta algunos ejemplos como el de conocimiento, verdad, justicia…La filosofía se expande en un tiempo geológico, es decir, siempre se mantiene a un lado del frenesí temporal de la actualidad política, empresarial, social y periodística.

Como conclusión, el escritor Javier Gomá concluye exponiendo la idea de que la filosofía es lo primordial en la vida, por encima del dinero, del capital. La filosofía tiene el poder de moldear los deseos más primarios humanos. 

domingo, 12 de marzo de 2017

Ensayo filosófico sobre el alma

“Pensar es el diálogo del alma consigo misma” es algo que desde una perspectiva determinada estableció Platón en su pensamiento filosófico estableciendo que la vida mental pertenece a un plano de la realidad distinto al de la materia.
Así pues, ¿qué es el alma? Pregunta que nos hemos hecho desde miles de años los seres humanos. ¿Es real? ¿O simplemente vivimos dependiendo de las acciones que nos manda el cerebro?
El alma de acuerdo, con muchas tradiciones religiosas y filosóficas, es el componente espiritual de los seres vivos, es la parte psicológica del ser humano, las emociones, la voluntad, sentimientos. Aunque a veces el cuerpo maneja el alma.
Filósofos como Platón, Aristóteles, Descartes y Nietzsche, entre otros muchos, abordaron este tema, todos con opiniones diversas al respecto. Es decir, no hay una verdad única en un razonamiento único pero todos ellos coinciden en la complejidad del asunto.
Así pues, el alma puede ser considerada como un principio de vida y otros como algo divino e inmortal pero lo que sí está claro es que el hombre necesita una estabilidad en cuerpo y alma para estar en la posición de bienestar.
Así pues, para Sócrates el alma es el yo consciente, es decir, la conciencia y la personalidad intelectual y moral y para ello el alma usa como sustento el cuerpo, y por ello conocer el alma es conocerte a ti mismo.
Por otro lado, para Aristóteles, hay diferentes tipos de alma; el alma intelectual, que es la que se encuentra en el hombre; el alma sensitiva, que permite la percepción y el movimiento y que está en el hombre y en los animales; el alma vegetativa, que presenta la reproducción, la nutrición y el conocimiento y que se encuentra en el hombre, los animales y las plantas.
Para Platón, el alma se interpreta en dos sentidos. Por un lado, el alma se presenta al ser vivo realizar funciones vitales y por otro el ama como principio divino e inmortal, que nos faculta para el conocimiento y la buena vida, es decir, principio racional.
En conclusión, sin el cuerpo no podríamos vivir. Es el que nos mantiene de pie, el que nos mueve y nos da el lujo de conocer lo que hay a nuestro alrededor con cada órgano que posee como ojos, manos, boca, etc. Nos proporciona sentidos. El alma es el ser interior que nos mantiene vivos y nos proporciona bienestar interior que todo ser humano busca, por ello hay que cuidar el cuerpo, pero también el alma, porque con ella alcanzamos el equilibrio que necesita todo ser humano para alcanzar la felicidad.
Por todo ello, como afirmó Platón “El cuerpo es la cárcel del alma inmortal” y “es necesario cuidar el alma si se quiere que la cabeza y el resto del cuerpo funcionen correctamente” y para él “la filosofía es un silencioso diálogo del alma consigo misma en torno al ser”.

Pero todo ello, nos lleva a plantearnos preguntas de difícil respuesta como son: ¿Quién soy yo?, ¿Qué soy yo?, ¿Por qué actuamos?, y todo esto nos vuelve a llevar a una reflexión filosófica y al uso de la razón lo cual podría resultar interminable.